Un importante logro que anima a seguir

22 Ene

A dos meses del anuncio de la reducción de las horas de Historia, Geografía y Ciencias Sociales (HGCS), el MINEDUC ha echado pie atrás, señalando que mantendrá las cuatro horas del sector de aprendizaje Historia, Geografía y Ciencias Sociales.

Se trata de un importante logro ciudadano que nos anima a valorar lo realizado hasta ahora y a seguir pendientes de la discusión nacional sobre la calidad de la educación que queremos y necesitamos como sociedad. No se trata de un logro exclusivo de los historiadores, profesores y estudiantes de HGCS, muchos de los cuales manifestaron públicamente su rechazo, si no que de la sociedad entera.

Es un logro de los muchos/as profesionales, artistas, apoderados, estudiantes universitarios y secundarios. Es un logro de la ciudadanía activa que manifestó en distintos lugares del país su preocupación por el errado rumbo del MINEDUC. Es un triunfo de la argumentación y el diálogo enfrentados al autoritarismo (recordemos que esto se trataba de un decreto, no de la ley) y la improvisación educativa de las autoridades. Es un triunfo de la transparencia.

Aunque se haya anunciado la restitución de las horas de HGCS, hay cosas que aún no están resueltas y nos preocupan. El actuar del MINEDUC frente al Consejo Nacional de Educación, organismo que terminó aprobando la reducción a pesar que todos los informes de especialistas recomendaban rechazar la medida. Esto es algo que debe clarificarse para restituir la confianza en este organismo, cuya principal misión es velar por la calidad y pertinencia de las propuestas curriculares nacidas del MINEDUC.

La restitución de las horas de HGCS aparece en los medios como un elemento de negociación política de la reforma educativa aprobada en el Parlamento[1]. Es importante recalcar que ha sido la presión ciudadana y la demanda de diálogo la que ha motivado revertir la medida. Contribuyeron a este logro las numerosas movilizaciones e iniciativas ciudadanas como las clases de historia en espacios públicos y la creación de un blog informativo. Ha contribuido también la insistente demanda de conocer y discutir los argumentos educativos del anuncio y la permanente voluntad de dialogo del Movimiento y otros actores sociales con el Ministro y los responsables de la Unidad de Curriculum y Evaluación del MINEDUC. Contribuyó también en forma decisiva, la interpelación pública al Consejo Nacional de Educación exigiendo transparentar los informes que desaconsejaron la medida. Todo esto ha servido para insistir y anunciar públicamente que la medida de reducir las horas de HGCS fue una improvisación que felizmente hoy se revierte.

No obstante, sigue siendo preocupante que el Ministro y el acuerdo parlamentario señalen públicamente que las horas de HGCS tendrán un “componente especial de formación ciudadana y educación cívica”. ¿Cuál será el sentido de ese componente especial?, ¿desconoce acaso el MINEDUC que el actual Marco Curricular ya lo contempla? Pues bien, hay que volver a insistir que la formación ciudadana YA ESTÁ EN EL MARCO CURRICULAR (A través de los OF-CMO) y que muchos/as profesores/as ya lo vienen trabajando desde hace años. Si se leen con atención los Objetivos Transversales de HGCS se verá como están perfectamente definidos en el Marco Curricular. La formación ciudadana se debe pensar como un aprendizaje vinculado a la problematización histórica y espacial y no como un componente aparte del sector de aprendizaje. De otra forma, se desdibuja su propósito educativo transformándose en lo que alguna vez conocimos como Educación Cívica sin ninguna incidencia en la formación ética y social de los/as jóvenes. Por tanto, será necesario que el MINEDUC aclare de qué se trata este “componente” y no cometa el error de presentar, tal como lo hicieron con los nuevos programas, una HGCS desvinculada de la formación ciudadana.

Finalmente, es urgente que el MINEDUC de señales públicas concretas sobre la restitución de las horas de HGCS, partiendo por eliminar lo antes posible de su página web la nueva propuesta de programas de HGCS, dada la confusión que genera entre profesores y sostenedores de colegios que hasta hoy no saben a que atenerse para planificar el año escolar 2011.

Quedan por clarificar también otros aspectos que incluyó la medida ministerial como la reducción de las horas de Educación Tecnológica y Consejo de Curso. Quedan pendientes cuestiones relativas al sentido que tiene esta reforma educativa. Tal y como se pudo apreciar con la desacertada medida, existe detrás de las nuevas políticas, un sentido de la educación que enfatiza la instrucción por sobre el valor educativo de la HGCS, limitadas por los estándares de medición. No hay que confundirse: la calidad de la educación está definida por el logro de los OF-CMO. El SIMCE mide solo un 40% del Marco Curricular. En ese sentido, nos preocupa que las condiciones del trabajo docente (horas para preparar clases y número de alumnos por sala, entre otros) no constituyan un punto central de la reforma tal como aconsejó la  Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).

Continuaremos atentos al debate que surja y aportaremos nuestros argumentos cuando sea necesario. Ha quedado demostrado que el dialogo y la discusión abierta es el camino a seguir para avanzar en la mejora de la calidad de educación chilena. Por ello, como Movimiento por la Historia, la Geografía y las Ciencias Sociales, seguiremos participando a través de diferentes iniciativas. Una fundamental es la realización de una Escuela Permanente de auto-formación y elaboración de propuestas en torno a la calidad de la enseñanza de la HGCS a realizarse durante el primer semestre del año 2011. La reducción de las horas ha develado numerosas inquietudes de estudiantes secundarios, universitarios, profesores de aula escolar y aulas universitarias. Como comunidad educativa nos proponemos analizar la realidad y los problemas de la enseñanza y el aprendizaje de la HGCS en el sistema escolar nacional, con el objetivo de proponer ideas creativas para el objetivo que nos interesa a todos: la calidad de la educación.

Agradecemos a todos/as quienes se sumaron a esta campaña y para este año 2011, la invitación es abierta a todos/as quienes quieran continuar aportando ideas y experiencias sobre los desafíos de calidad, equidad y pertinencia de la enseñanza de la HGCS.

Movimiento por la Historia, la Geografía y las Ciencias Sociales

Diputados UDI y RN se oponen a que se investigue proceder de Lavin ante el CNED

17 Ene

A través de una nota aparecida hoy en el periódico electrónico El Tipógrafo nos enteramos que en la sesión de la Cámara de Diputados del día 12 de enero último, un grupo de 53 parlamentarios pidió que la Comisión de Educación de la Cámara averiguara «las actuaciones y procedimientos realizados por el Ministro de Educación y el Consejo Nacional de Educación que concluyeron con el acuerdo 113» que aprobó la reducción de horas de historia, geografía y ciencias sociales. El asunto es grave ya que como informamos en este mismo blog, el Consejo Nacional de Educación aprobó la reducción a pesar de tener en su poder cinco informes de expertos que le recomendaban unánimemente rechazar el proyecto del MINEDUC. Las dudas que nacen ante esta situación son muchas, sin embargo, parlamentarios de la UDI y RN votaron en contra de la investigación.

Lea aqui los informes de los expertos que el CNED y el MINEDUC no tomaron en cuenta, y un artículo aparecido en CIPER sobre el asunto.

Lea aqui la solicitud presentada a la Cámara y rechazada por parlamentarios UDI y RN

Movimiento por la Historia, la Geografía y las Ciencias Sociales

El poder de la transparencia

16 Ene

Es alentador ver como el Consejo para la Transparencia ha comenzado a prestar un efectivo servicio a la sociedad  y  que la legislación que se interesa en la materia se puede aplicar sin importar a quien alcance en su fiscalización. La renuncia del Ministro de Defensa es una prueba de que va resultando cada vez más difícil dar la espalda a la probidad y a la honestidad pública, con secretismos y datos reservados. Es una garantía importante para la población del país el saber que este nuevo tipo de institucionalidad cumple con sus funciones y objetivos sin contemplaciones con nadie, y por ello los ciudadanos y ciudadanas de Chile podemos estar contentos de contar con resguardos frente algunos peligros de los abusos del poder.

Esta misma normativa que vela por la transparencia nos ha permitido conocer importantes antecedentes sobre como el Consejo Nacional de Educación tomó la decisión de apoyar la solicitud del Ministerio de Educación de disminuir en un 25 % las horas de enseñanza de la historia, la geografía y las ciencias sociales, así como de tecnología. Es sorprendente revisar los informes de cinco evaluadores expertos que, con diversos argumentos, rechazan la medida promovida desde el ministerio de Lavín. En efecto los informes, que se han podido conocer en virtud del imperio de la ley de transparencia, dejan en evidencia la falta de fundamentos sólidos y serios de una medida tan trascendente que puede lesionar severamente la formación en las disciplinas que se ocupan de la historia y la memoria, el patrimonio y la identidad, la sustentabilidad  y la valoración de nuestro medio y sus recursos, la formación ciudadana y la participación democrática, la capacidad de comprender nuestra sociedad y cultura y las que conviven con ella.

Hasta hoy no existe una explicación medianamente atendible del por qué de esta medida curricular. Parece ser sólo un capricho del Ministro y su entorno, en alguna medida obsesionados con los indicadores de pruebas estandarizadas y rankings internacionales pues la única y precaria explicación ofrecida se refiere a la necesidad de contar con más horas para lenguaje y matemáticas aún a costa de otros sectores de aprendizaje. Quienes trabajaron seriamente elaborando informes fundados en argumentaciones explícitas y respaldadas en fuentes validamente establecidas se deben haber visto sorprendidos cuando, con un criterio que se relaciona con el poder y no con la autoridad, el ministro anunció el 17 de noviembre pasado la reducción de horas, señalando que se iniciaba una revolución en la educación nacional.

Afortunadamente existen los criterios de trasparencia que nos dan algunas garantías frente a los abusos y ofrecen la posibilidad a la sociedad, a  sus instituciones y a la ciudadanía entera de reaccionar frente a situaciones de peligro para  la igualdad  y el estado de derecho. Desde el mismo día del anuncio ministerial recién citado diversos grupos ciudadanos nos hemos manifestando no sólo en el rechazo de una medida que parece arbitraria sino también en la demanda de una explicación fundada de los motivos que impulsan al ministro a tomar una resolución que causará un grave daño a la formación de niños y jóvenes por mucho tiempo. Lo que hemos solicitado infructuosamente es un debate de ideas que de respuesta a la razón que está detrás de la disminución de horas y del giro de sentido del curriculum. Ha sido una espera vana pues el ministro no ha considerado seriamente esta demanda. Hace quince días se reunió con representantes de diversas corrientes y sensibilidades que rechazan la medida y pareció abierto al dialogo, aunque aún sin dar argumentos que sostengan la controvertida reducción de horas.

Hace pocas horas sin embargo el ministro habló de la restitución de las horas del sector de historia, geografía y ciencias sociales en el marco de las negociaciones para conseguir el respaldo político de la reforma educacional. El ministro, que ha usado y abusado de la idea de que las discusiones políticas son algo deplorable o sucio, ha convertido a la enseñanza de la historia del país y la formación ciudadana en una moneda de cambio con la oposición.

Esto pone de manifiesto la falta de sustento pedagógico de la medida pues en un momento parece sostenerla a ultranza y en otro le parece canjeable por votos parlamentarios. En una materia tan seria como es la educación y en un sector tan complejo de estudiar como el que se ocupa de las sociedades en el tiempo y el espacio, se requiere de un comportamiento serio y responsable y no piruetas oportunistas que además se ocultan denostando la actividad política.

Es aquí donde se hace evidente el poder de la transparencia. En efecto los documentos que el CNED ha debido hacer públicos en cumplimiento de la ley no sólo ponen en evidencia el desprecio por la opinión de los expertos consultados sino también plantean dudas acerca de la libertad con que ha actuado el Consejo. ¿Por qué razón este organismo no atendió las razones de los informes recibidos? ¿Por qué condiciona el apoyo a la propuesta ministerial al cumplimiento de una serie de observaciones? ¿En que medida el Ministro Lavín ha atendido  los puntos planteados por el CNED?

Resulta evidente que no existen fundamentos sólidos para persistir en una medida que a todas luces parece imprudente, desprolija y arrogante. Resulta evidente que el Consejo Nacional de Educación debe explicar por qué desatendió las recomendaciones de los cinco evaluadores, contratados por ese mismo organismo, para apoyar una medida que no se funda en buenos argumentos ni en evidencias confrontables. ¿Debemos suponer que el CNED no ha podido actuar con libertad e independencia? Si así fuese estaríamos frente a un gravísimo caso de abuso de poder y ante la crisis de una institución que tiene una muy alta responsabilidad con la sociedad chilena y con el futuro del país.

La falta de seriedad de la propuesta de la Unidad de Curriculum y Evaluación del Ministerio, en el sentido de reducir  horas de un sector en beneficio de otros, es tal que un día se pueden tener tres horas y al día siguiente cuatro según lo que digan los parlamentarios opositores. Frente a este comportamiento de quien tiene el poder pero no la autoridad contamos con una ciudadanía cada vez más conciente de sus responsabilidades sociales y con mecanismos que velan por el comportamiento trasparente que de garantías frente a la corrupción, los abusos o los simples caprichos.

La situación generada por el Consejo para Transparencia y el ex ministro de defensa es una señal alentadora de que pude imperar la responsabilidad y la claridad  de sentido en el actuar público. Lavín hace unos días prometió la restitución de las horas cercenadas y ahora, de modo oscuro y oportunista, condiciona esta promesa. Confiemos en el poder de las trasparencia y de su imperio en el CNED, en el Ministerio de Educación y en el país.

Claudio Rolle

Profesor Instituto de Historia

Pontificia Universidad Católica de Chile